¿Qué es el Bordado Sashiko?
La palabra japonesa Sashiko significa “pequeñas puñaladas” y es una forma muy antigua de costura a mano con puntada recta muy sencilla que nace de la necesidad de conservar y reparar prendas. En su origen tenía un uso meramente funcional y se utilizaba para acolchados, así como también el refuerzo de telas, pero con el tiempo se transformó en todo un arte cuya simplicidad y estética geométrica atrapan.
Vivirás un taller donde nos sumergimos en el tiempo de la paciencia y la perseverancia que esta técnica milenaria nos enseña. Podrás descubrir la historia del Sashiko, los variados diseños y su relación con la vida cotidiana del Japón del siglo XVII.
¿De qué va este taller?
Principiantes: propone acercarse a este particular bordado japonés, comenzando por las nociones básicas: cómo trabajar el largo de las puntadas, la tensión necesaria y los recorridos que propone cada patrón. Veremos dos estilos dentro del sashiko: el sashiko Hitomezashi (sashik de grilla) y el sashiko Moyozashi (sashiko de patrón), cómo se diferencian y las particularidades de cada uno. Abordaremos en una misma tela ambos estilos, confeccionando así la tapa de un almohadón y se llevarán otra para continuar en casa.
Avanzados: esta parte del taller está pensada para quienes quieran continuar con la práctica y ya hayan realizado el taller de principiantes. El grupo de avanzado trabajará la técnica de doble tela, que es específica para el Sashiko. Trabajaremos con una tela preparada doble y bordaremos para que ambos lados queden perfectos.
A su vez, harán una tapa de almohadón viendo cómo realizar diseños combinados y tendrán la posibilidad de llevarse un almohadón para bordar ¡en sus casas!.
¿Quién dicta el taller?
El taller lo dictará la genia de Sofía Alba, las invitamos a pasar por su Instagram y mirar sus creaciones. Sofía vive en Argentina, tiene 35 años y es mamá de dos niños. Es docente waldorf de escuela primaria, amante del Sashiko y de la costura a mano. Conoció esta técnica hace 5 años y desde entonces no deja de maravillarla.
«Lo que más me atrae es la práctica diaria del sashiko, son pequeños momentos que me llevan a la calma, es mi momento conmigo misma y a la vez, paso a paso se van formando bordados que nunca imagine podría lograr. La simpleza del sashiko radica en su repetición, y su belleza en la constancia y paciencia a la que nos invita.»